lunes, 8 de septiembre de 2008

¨Pilas¨ con la Burrundanga

Recientemente se han visto muchos casos de personas víctimas de la burundanga. Esta es una sustancia psicotrópica proveniente de una planta llamada Brugmansia o Belladona. La misma tiene la desagradable función de apoderarse de la persona afectada para que tome decisiones totalmente contrarias a su voluntad y principios. Con una leve inhalación, ingesta o tacto, al cabo de 2 minutos, la mente se adapta por completo a las indicaciones dadas por los demás. Según la historia, las viudas de las tribus indígenas la utilizaban para olvidar su dolor y no sentir nada cuando luego morían quemadas. Después, se usó como componente curativo tranquilizante.


Desde hace varios años, la burundanga se puso de moda en Colombia. Los delincuentes la aplicaban a sus víctimas para que estos hiciesen lo que se les pidiera: arrebatarle sus pertenencias, e incluso someterlos a actos ilícitos o inmorales. El ¨burundangado¨, como se le conoce a quien sufre las consecuencias de este veneno, nunca recordará lo que hizo bajo su efecto. El modus operandi puede ser en los lugares más comunes: el autobús, la panadería, la cola de un banco, entre muchas otras. He aquí la gravedad del asunto. En los últimos años, muchos venezolanos han vivido esta amarga experiencia.



Hace poco, el amigo ¨Cheo¨ estaba en la panadería cercana a su casa, cuando de pronto alguien lo llamó por su nombre, le dio un abrazo y no se acuerda de más nada sino hasta el día siguiente cuando se levantó de su cama. Comenta Cheo que le vaciaron la casa completa con la ayuda de él mismo. Nunca supo qué pasó ni quién lo indujo a semejante robo. Lo peor fue que durante los siguientes 4 días manifestó un cambio fuerte de carácter. Según sus familiares y vecinos, él estuvo muy violento con la gente. Finalmente, hacia el fin de semana, recobró su verdadera identidad. Cheo es uno de los casos comunes de la burundanga. Como él, hay muchísimas otras personas.

Por ello, la recomendación hecha por los criminólogos es mantenerse atento con quienes transitan alrededor nuestro. Tener mucho cuidado con las personas desconocidas que deseen saber la hora, o quieran entregar alguna hoja informativa. También, es conveniente evitar ir a baños públicos. En caso de ser necesario, ir siempre con alguien. Así mismo, hay que tratar de ir a las discotecas en grupo, y estar siempre pendiente de los demás. Aunque parezca exagerado, la burundanga es muy común en los tragos despachados desde la barra.


Si no lo creen, el amigo Alberto lo puede corroborar.


Estando todos celebrando el fin de semestre en la universidad, fue al baño y nunca regresó. Al día siguiente se supo que entre 3 personas lo llevaron a su carro para despojarle la billetera y otros objetos.


Por suerte, el vigilante sospechó la situación e hizo que los antisociales se alejaran rápidamente. El hermano de Alberto lo rescató en aquella discoteca maracayera, lo llevó al hospital, y tras asignarle un tratamiento para la desintoxicación de burundanga ingerida, la historia terminó.


Pudo haber sido peor. Los amigos de Alberto supimos de su estado a la mañana siguiente. De ahí la insistencia de permanecer siempre junto al grupo y no ir solo a ninguna otra parte. Es una cruel realidad. Pero a través de una campaña de prevención, los riesgos se pueden reducir.

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