sábado, 21 de enero de 2012

Café con sabor a Voluntad

Cuando somos niños, nos exigen levantarnos temprano para ir al colegio, recoger el cuarto después de jugar, o comer vegetales porque son necesarios para el crecimiento. De todas éstas, casi siempre el cuerpo quiere lo contrario. Lo fácil, lo sencillo, lo apetitoso, lo que se hace sin mucho esfuerzo, siempre es más agradable para el cuerpo y la mente de cualquier hombre o mujer.

Esta pereza o tendencia natural no es mala ni negativa. Es una condición de todas las personas del mundo, sin excepción. Sin embargo, la diferencia está determinada en los individuos que logran buenos resultados en sus obligaciones porque utilizan la única herramienta capaz de superar la flojera: la Voluntad.

De los muchos conceptos que la definen, uno de los más completos pudiera ser éste:


¨ ..La Volundad es la capacidad para llevar a cabo acciones contrarias a las tendencias inmediatas del momento ¨¨. No hace falta analizarlo sino, más bien, practicarlo. Si la gerente de una empresa debe llegar a la oficina a las 8 de la mañana para una importante reunión, sabrá que primero debe preparar el desayuno a sus hijos. Aunque no tendrá ganas de ir a la cocina, picar los panes y rellenarlos, su amor de madre hará que la voluntad, es decir, el deseo de hacer las cosas por encima del bajo estado de ánimo o cansancio corporal, logre las mejores y más sabrosas loncheras.
Este principio es fundamental para lograr la efectividad de nuestra jornada. Los ordeñadores en el campo, por ejemplo, saben que la hora buena para su oficio es a partir de las 3 de la madrugada. Seguramente, el 100% de ellos sienten un fastidio incalculable para levantarse, vestirse e irse a caballos hasta el corral de trabajo. Pero su deseo de sacar adelante a la familia mediante la referida labor ganadera puede más que un deseo de quedarse acostado en la hamaca por largas horas. Además, una buena taza de café, ayudará en la difícil misión de separarlos de la almohada.

Quizás lo que una persona muy conocida dijo, puede motivar aún más a ejercer esta virtud: ¨Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad¨ ……Albert Einstein